Un año después de empezar a conocerte escribo la que probablemente es la última palabra que intercambie contigo. Así lo has elegido, así sea.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: ¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!?"
No llores porque terminó, sonrie porque sucedió.
ResponderEliminarOh! cuanto te queiroO!
Ahora mismo ni lloro ni sonrío. Ha dejado en mí paz, y cierto regusto a nostalgia. Le echaré de menos.
ResponderEliminarPero por poco tiempo.