Este adiós no maquilla un hasta luego este nunca no esconde un ojalá estas cenizas no juegan con fuego este ciego no mira para atrás este notario firma lo que escribo esta letra no la protestará ahorrate el acuse de recibo estas vísperas son las de después a este ruido tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir este pez ya no muere por tu boca este loco se va con otra loca estos ojos no lloran más por tí.
Ya no espero en una sala de espera sin esperanza
el timbre ya no funciona
no voy a vengarme con un helado de fresa
y mi amor no tenía muebles.
Las campanas doblan por Asia
por desgracia no hay mitades partidas por la mitad,
Judas nunca me ha besado, he quemado la cruz,
los presidiarios ya no visten de rayas
y me he curado con más orgullo que humildad.
Un salto transoceánico de 600 metros
ganas de querer, y tú de serlo
arrabales con grillos y estrellas, quemo la primavera
prefiero las dagas a las espadas
y ninguno de los dos llevamos anillos.
No juego con muñecas
las flores se quedaron en tu jarrón
la calma después del huracán
horas perdidas, noches perdidas
y un martes que nunca volverá
por desgracia no puedo afirmar que serán los últimos versos que te escriba
Un museo de recuerdos disecados
un corazón loco, sin domesticar
principesca sin trono de las pelusas de debajo de mi cama
espinas de flores sin espinas
aprendiz de gavilana.
Lágrimas de niña en una barba
Barba Azul sigue sin encontrar su orma,
"nunca" y "siempre" son sarcasmos lingüísticos
entre perderme por ahí y dormir en los tejados.
Una armónica que nació sin inocencia
canturreando un times they're a-changin'
una sonrisa que escondía una despedida
gesto dulce que se olvida
pero un olor que no.
cuando salgo a la calle ya no llevo el corazón, por si los ladrones
piedrecitas en un embudo de una voz rasgada
manos que recuerdan tu tacto,
y una mujercita viuda
que no hace más que cantar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario