
"Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elige hipoteca a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que emboban la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida…
¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?"

Para Srta. Zasulich

Para Srta. Zasulich
Pero el amor también es una droga dura. Los efectos son inmediatos y consisten en una elevación de la autoestima y la confianza en uno mismo, acompañado de una gran locuacidad, excitación, apertura afectiva, comunicación desinhibida, empatía, gran energía física, con aumento de la actividad motora (hiperactividad), bienestar general y euforia. Oleadas con sensaciones de euforia, alegría, felicidad, empatía in crescendo y de una sensación de ligereza mental y física. Hace que se sobrevaloren las propias capacidades y se acepte mayor nivel de riesgo. Se pierde sensibilidad de la propia condición física, por lo que se pueden pasar muchas horas sin sentir hambre, sed o sueño hasta el agotamiento. La tolerancia es normalmente total (salvo raros casos que necesita ser progresiva) y el riesgo de sobredosis sólo conlleva la posibilidad de aborrecer la droga en cuestión.
La administración es muy variada: vía oral, nasal, intravenosa, vaginal, rectal, visual, táctil, auditiva o hasta cibernética. Esto facilita su distribución pero no ha aumentado su consumo, ya que la dificultad que encuentra el adcito es hallar un camello dispuesto a venderle su droga, y viceversa. Lo normal es que la administración sea recíproca: el camello hace las veces de adicto, ya que es una dependencia mutua.
La administración es muy variada: vía oral, nasal, intravenosa, vaginal, rectal, visual, táctil, auditiva o hasta cibernética. Esto facilita su distribución pero no ha aumentado su consumo, ya que la dificultad que encuentra el adcito es hallar un camello dispuesto a venderle su droga, y viceversa. Lo normal es que la administración sea recíproca: el camello hace las veces de adicto, ya que es una dependencia mutua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario